Cada vez son más los emprendimientos y compañías que toman consciencia de su responsabilidad a nivel social y ambiental. Los consumidores también demandan un mayor compromiso. Conocé algunas de las empresas que ya se sumaron a este desafío.
Hasta ahora, se había pensado a las empresas de productos y servicios como simples generadoras de impacto económico. En base a eso, se han medido sus éxitos y fracasos. Sin embargo, cada vez son más quienes entienden que es posible crear una compañía con valores, que genere un triple impacto: económico, social y ambiental.
En esta línea, la organización sin fines de lucro Sistema B propone usar la fuerza del mercado para dar soluciones a los desafíos sociales y ambientales. En este movimiento pueden participar todos los actores que hacen a la economía, ya sean gobiernos o empresas.
Los consumidores también hacen su parte al elegir los productos y servicios de manera responsable. Para facilitarles esta tarea, la organización ofrece la certificación de Empresa B. Así, al ver el sello, las personas pueden saber que con su compra apoyan a una compañía que no solo busca el lucro, sino que también se compromete con el ambiente y con la sociedad.
En Argentina ya hay más 100 compañías certificadas como B, y en el mundo superan las 3500. Uno de los casos locales es BiopSA, que ofrece un plástico certificado como biodegradable. Así, propone una solución al problema de los productos de este material que pasan unos minutos en las manos de las personas y contaminan el ambiente por cientos de años.
Otro ejemplo es Aguas Danone Argentina, que busca mejorar los hábitos de hidratación de una manera innovadora y sustentable. Sus marcas tienen el objetivo de crear valor a través de propósitos relevantes para la comunidad, abordando problemas como el cambio climático, el acceso al agua segura, la protección del ecosistema, la regeneración y los residuos que se generan con los envases.
La compañía de productos de belleza y cuidado personal Natura también es B. Es carbono neutral desde 2007, lucha contra la deforestación de la Amazonia y la generación de residuos; y tiene un impacto social en temas de diversidad, espíritu emprendedor y educación. El Grupo Gire, que administra Rapipago, obtuvo su certificación en 2019. Fue la primera compañía financiera de Argentina en obtener el sello.
Para poder ser certificada, la empresa debe cumplir ciertos requisitos, que son verificados a través de una exhaustiva guía de preguntas. La herramienta es libre y puede servir como puntapié para empezar a pensar en un cambio.