Reemplazar un proceso analógico, hacia uno digital, no es una tarea para nada sencilla. En esta nota desarrollamos el concepto de resistencia, un obstáculo frecuente dentro de los equipos al momento de modificar sus proceso de trabajo.
En un año atípico para todas las organizaciones, se debieron adaptar una multiplicidad de procesos e implementaciones de nuevas plataformas para poder continuar, de alguna forma, con las tareas anteriormente cotidianas. Pero de la mano de un nuevo cambio aparece su resistencia, y mucho más si pensamos en un contexto acelerado que exige adaptarse como sea para sobrevivir.
El término de resistencia introducido por Sigmund Freud en conjunto con Josef Breuer, en sus trabajos sobre la histeria, es planteada como todo aquello que en los actos y palabras del analizado, se opone al acceso de éste a su inconsciente. En definitiva, la resistencia trabaja como mecanismo de defensa que apela a la autoconservación.
El sujeto, al interpretar a un nuevo proceso como un obstáculo, intentará aferrarse a por todos su medios a la seguridad de lo conocido, combatiendo o minimizando las ansiedades desestructuradoras. Pichon Rivière define a la resistencia al cambio como un conjunto de actitudes “que tienen por finalidad destruir las fuentes de ansiedad que todo cambio acarrea”. Hay que tener en cuenta que estas resistencias no solo aparecen desde el plano individual, sino que pueden replicarse desde lo grupal incluso a nivel social. Con lo cual, ignorar este tipo de procesos al momento de considerar o realizar una nueva implementación en digital, puede acercarnos a la frustración que conlleva intentar resolver estas resistencias no consideradas. A nivel grupal, la resistencia al cambio, se expresan en términos de dificultades en la comunicación y el aprendizaje. Esto puede traducirse a que los equipos de trabajo, desistan a respetar el nuevo proceso e impida su apropiación.
Si bien la resistencia al cambio es de alguna manera inevitable, se debe intentar respetar los tiempos de los integrantes del equipo y como grupo en su totalidad. Ya que si esto no sucede, existen posibilidades de forzar las resistencias aún más. Como primera medida se recomienda notar que los integrantes de los equipos, no pueden ir más rápido. Donde seguramente van a requerir herramientas para poder elaborar el proceso desde la resistencia al cambio, hasta la apropiación de la nueva plataforma, o proceso digital. Esto nos indica que la estrategia de implementación, debe ser tan importante como el desarrollo a implementar. Donde cada aspecto que sea previamente planificado, amortiguará los procesos resistenciales. Siendo algo inevitable a considerar al momento de tomar una decisión en la evolución digital.